Al ser la capital del país, en Washington, D.C. (Distrito de Columbia) se encuentran algunos de los monumentos e iconos culturales más famosos de los Estados Unidos, tanto de valor simbólico como institucional. La ciudad se fundó en 1791 en un terreno donado por los estados de Maryland y Virginia para que la sede del gobierno federal no estuviera situada en ningún estado. Desde la Casa Blanca, al monumento a Washington, desde el monumento a Lincoln, al Capitolio, será complicado poder verlo todo en un solo viaje. Mientras planea sus vacaciones, asegúrese de comprar el el seguro de viaje a Washington, D.C. Nunca se sabe cuándo o cómo los planes pueden salir mal, y no está de más prepararse.

Monumentos nacionales

Desde su construcción en 1792, la Casa Blanca ha sido la residencia oficial para cada uno de los presidentes de los Estados Unidos, a excepción de George Washington. Las tropas británicas incendiaron el edificio en 1814 durante la guerra de 1812, pero fue reconstruido en 1817 cuando el presidente James Monroe se mudó. El presidente Theodore Roosevelt inició una renovación importante en 1902, cuyo hito más importante fue mover las oficinas del presidente a su ubicación actual en el ala oeste. Actualmente la Casa Blanca tiene 132 habitaciones, 35 baños y 6 pisos. Hay visitas gratuitas y auto-guiadas disponibles para el público, pero cualquier persona que desee visitarla debe presentar una solicitud a través de su representante del Congreso. Los visitantes internacionales pueden organizar excursiones a través de la embajada de su país en Washington, D.C. El centro de visitas de la Casa Blanca cercano dispone de exhibiciones interactivas, información histórica y videos con reflexiones de los presidentes anteriores acerca de la residencia presidencial.

El edificio del Capitolio de EEUU, ubicado en Capital Hill, es la sede de las dos mitades del Congreso de Estados Unidos: la Cámara de Representantes y el Senado. La cúpula del Capitolio fue modelada a imagen y semejanza de la basílica de San Pedro de Roma, y es una de las imágenes más icónicas de la ciudad (y del país). El interior está decorado con frescos, relieves y pinturas en que se representan escenas de la historia americana. Hay disponibles tours gratuitos, pero hay que reservar el boleto en línea por adelantado. Para visitar la Cámara de representantes o el Senado mientras está en sesión, debería comunicarse con su representante del Congreso para recibir un pase o, si es visitante extranjero, puede hacer arreglos por medio del centro de visitantes.

Los visitantes pueden atravesar un pasaje subterráneo que comunica el Capitolio con la Biblioteca del Congreso, la biblioteca más grande del mundo. Allí se exhibe una de las tres Biblias de Gutenberg completas que se conservan; también una biblia antigua manuscrita; el borrador de Thomas Jefferson de la Declaración de Independencia y su biblioteca personal; incluso, exhibiciones históricas que se enfocan en temas variados, desde los hermanos Gershwin hasta caricaturistas editoriales.

El monumento a Washington es un obelisco blanco y brillante de 555 pies de altura, construido para honrar a George Washington, el “fundador de su país”. El Congreso aprobó el proyecto en 1783, pero la construcción no comenzó hasta 1848 y se terminó en 1885. Los colores diferentes de las piedras reflejan las diferentes fases de construcción del monumento. Un círculo de 50 banderas americanas rodea la base. Adentro, los visitantes pueden ver piedras grabadas de diferentes ciudades, estados y países extranjeros. Hay una plataforma de observación en la parte superior desde la que pueden disfrutarse vistas aéreas del National Mall o Explanada Nacional y de gran parte de la ciudad.

El Monumento a Lincoln, representado en el reverso del billete estadounidense de cinco dólares y la moneda de un centavo, rinde tributo al presidente Abraham Lincoln. El monumento se encuentra al lado oeste de la piscina reflejante del National Mall. Sus enormes columnas de mármol fueron diseñadas para evocar la atmósfera de un antiguo templo griego, y la estatua de Lincoln situada en su interior mide 19 pies de alto y pesa 175 toneladas. Su interior presenta murales y grabados de eventos importantes de la vida de Lincoln y frases de sus mejores discursos. Los escalones del monumento fueron escenario del famoso discurso de Martin Luther King, Jr. titulado “Yo tengo un sueño” (I Have a Dream), durante el Movimiento por los Derechos Civiles en 1963. El monumento está en gran parte al aire libre y está abierto al público las 24 horas del día.

Museos y otras atracciones

Washington, D.C. también es hogar a un número de museos que celebran hazañas nacionales e hitos culturales. El Museo Nacional del Aire y el Espacio exhibe iconos históricos como el aeroplano original de los hermanos Wright (el Wright Flyer) del año 1903, el Espíritu de San Luis de Charles Lindbergh (el primer avión en volar solitario a través del océano Atlántico), y el módulo de mando del Apolo 11 (parte de la primera misión lunar de 1969). Otras exposiciones se enfocan en la ciencia e historia de la aviación y la aventura aeroespacial, la Carrera Espacial con la Unión Soviética durante la Guerra Fría, el uso de la fuerza aérea en conflictos militares, y la Estación Espacial Internacional. El museo también contiene el planetario Albert Einstein, un observatorio y simuladores de vuelo.

El Museo Nacional de Historia Natural, una institución del Instituto Smithsonian, es un sitio turístico popular para familias y niños pequeños. Entre sus exposiciones permanentes más relevantes destacan el Diamante Hope, una de las joyas más famosas del mundo y cuya historia se remonta al año 1666 en Francia; el Sant Ocean Hall, con su réplica de una ballena franca glacial de 45 pies; y el David H. Koch Hall de Orígenes Humanos, el cual traza el curso de la evolución humana a través de seis millones de años. El museo también presenta exposiciones de dinosaurios, momias egipcias, alimentación diaria de tarántulas, y el Pabellón de Mariposas. La entrada al museo es gratuita, aunque para ciertas exposiciones se cobra entrada.

El Museo Internacional del Espionaje es una visita imprescindible para cualquier fanático de James Bond. Sus exhibiciones exploran el mundo de inteligencia y espionaje, su historia, y su incidencia en la actualidad. Enfocándose en sus aspectos prácticos, el museo ofrece exhibiciones interactivas que abarcan la técnica, la tecnología y la historia del espionaje. Las colecciones de objetos históricos incluyen un paraguas con dardos envenenados diseñado por el comité ruso para la seguridad del estado (KGB, por sus siglas en ruso), una pistola de lápiz labial, micro-cámaras, y la máquina Enigma, que descifró los códigos nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Pasando al mundo de ficción, el último piso contiene los accesorios (e información sobre ellos) que se usaron en las películas de James Bond—incluso el Aston Martin DB5 que se usó en la película Goldfinger de 1964.

Por último, el Newseum es un museo del periodismo que exhibe la cobertura por los medios de comunicación de la época, de eventos históricos relevantes a nivel nacional e internacional. Usa películas, exhibiciones interactivas, fotografías premiadas con el premio Pulitzer, y expositores estáticos que exhiben cómo los medios de comunicación dieron la noticia al mundo. Otras cosas interesantes son trozos del muro de Berlín acompañados de noticias que reportaban su caída en 1991, artículos de periódico sobre el asesinato del presidente Abraham Lincoln en 1865, y una película retrospectiva sobre los eventos del 11 de septiembre de 2001.

La delincuencia en Washington, D.C.

Durante las últimas dos décadas, la tasa de delincuencia en D.C. ha disminuido considerablemente respecto a niveles anteriores. Según un reporte de 2010 más de una cuarta parte de todos los delitos reportados en el área ocurrieron en solo el 5% de las cuadras de la ciudad. La mayoría de los casos de asesinato, asalto y robo ocurren en zonas pobres y con actividades pandilleras, pero aun ocurren en otros lugares debido al aumento de la actividad nocturna y la concurrencia de residentes más ricos. En los años 90 llegó a llamarse a Washington D.C. la “capital de los asesinatos” de los Estados Unidos, pero en 2012 la tasa de homicidios cayó a su nivel más bajo desde 1961, aunque ha subido ligeramente desde entonces. Si le preocupa su salud, seguridad o propriedad personal, un seguro de viaje lo puede proteger de cualquier pérdida financiera que le pueda ocurrir si da una vuelta equivocada y termine en un barrio peligroso.

La cocina de Washington, D.C.

La controversia sobre cuál es el ‘platillo estrella’ del D.C. es tema de discusión desenfadada entre los locales. La región de Chesapeake es conocida por su cangrejo blando, por lo general se sirve en pasteles de cangrejo (crabcakes) o sándwiches de cangrejo. Un "half-smoke” es una ‘delicia de salchicha local’ similar a un perrito caliente pero más grande, más picante y con un molido más grueso. El panorama gastronómico del D.C. es de comida ecléctica, con famosos chefs y restaurantes que atienden a todo tipo de paladar imaginable.

Seguro de viaje a Washington, D.C.

Muchos planes de seguro de viaje no cubren reclamos de lesiones o enfermedades que ocurran mientras que el titular de la póliza esté bajo la influencia de cualquier sustancia psicoactiva legal o ilegal. Aunque esté de vacaciones, asegúrese de leer y comprender su póliza de seguro antes de consumir este tipo de sustancias.

Antes de partir a Washington, D.C., le recomendamos que compre seguro médico de visitante o seguro de viaje. El seguro médico de visitante le puede ayudar a recuperar pérdidas financieras causadas por un inicio agudo de condiciones preexistentes, interrupción de viaje, evacuación médica de emergencia, y regreso de restos mortales. El seguro de viaje cubre estos reclamos médicos y también incidencias más comunes como retrasos de vuelo, reemplazo de pasaporte, cobertura para alquiler de autos, servicios de conserje, y más. Revise su plan para más detalles.